EL CLUB DE LOS PERDEDORES
Gente que hace cosas chidas y que no se calla la boca
El Club para padres y maestros
Para empezar, les recomendamos ampliamente que lean la novela de Lorena Amkie "El Club de los Perdedores". A través de esta "ficción" podrán entender cómo transcurre la vida de los adolescentes hoy. Es una excelente lectura para compartir con sus hijos. La regla de oro siempre es escuchar a sus hijos y CREERLES... aquí hay una carta que los chicos pueden usar para comunicarse con ustedes. Puede ayudarles a entender su perspectiva.
Mi hij@... ¿bulleado?
Señales de alerta
Es muy posible que tu hijo o hija esté sufriendo de acoso escolar o bullying si notas alguna de estas señales:
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Ya no quiere ir a la escuela y para esto inventa pretextos o enfermedades.
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Ha dejado de hacer cosas que antes le gustaban.
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Tiene cambios de humor que no entiendes.
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"Se le pierde" el dinero que le das o sus útiles escolares.
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Se pone ropa que esconde, quizá, la marca de algún golpe o maltrato.
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No tiene hambre ni energía.
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Está más agresivo contigo/sus hermanos/su mascota.
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Sus calificaciones han bajado.
¡MI HIJ@ ESTÁ SUFRIENDO DE BULLYING!
Mi hij@... ¿es un bully?
(lista extraída de la página de Fundación Televisa)
Indicadores psicológicos
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Mostrar ausencia de empatía, incapacidad para ponerse en el lugar de otras personas cuando se le pide reflexionar sobre su conducta.
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Ser egocéntrico, sin aceptar que es responsable de sus actos ni pedir disculpas.
Indicadores interpersonales
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Mostrarse rebelde y no cumplir con las normas familiares, sociales, etcétera.
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Querer siempre tener la última palabra.
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Ser prepotente de forma continua con sus hermanos(as) o miembros de su círculo más cercano.
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Ser dominante en las relaciones con sus amigos(as).
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Disfrutar mofándose y humillando a sus amigos(as) cada vez que hay oportunidad.
Indicadores escolares
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Hablar de forma despectiva de algún compañero o compañera de clase.
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Haber recibido dos o más llamadas de atención por peleas con sus compañeros.
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Haber sido citado en dos o más ocasiones por problemas para relacionarse de manera adecuada con sus compañeros.
Más señales de alerta:
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Las relaciones con sus compañeros parece estar basada en un desequilibrio de poder; el acosador debe dominar a otros niños y selecciona personas blanco vulnerables.
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Expresiones verbales con la intención de lastimar a otros y que no son dichas jugando o debido a una frustración o enojo pasajero.
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Expresiones verbales para intimidar, excluir y ridiculizar a otros.
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Interés obsesivo en programas de televisión, películas y videojuegos violentos y de ejercicio de poder.
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Falta de remordimiento por lastimar a sus hermanos menores, a otro niño pequeño o algún animal o mascota.
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Insultos verbales contra otros de naturaleza ofensiva personal, racial, sexual y menosprecio o discriminación de género.
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Abuso físico de otros; empujones, patadas, golpes, “zapes”.
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Destrucción o daño de las propiedades ajenas.
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Tener dinero o pertenencias que los padres no le han dado, poner excusas improbables para intentar explicar el origen de dicho dinero o pertenencias.
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Esparcir chismes, calumnias y rumores humillantes contra los demás.
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Conducta desafiante, enojada e impulsiva contra figuras de autoridad.
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Le disgusta mucho compartir juguetes u otras pertenencias con hermanos o compañeros de clase.
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Producir daño físico o verbal a otros sin provocación aparente.
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Celos extremos cuando él o ella no es el centro de atención; gana la atención a través de actos violentos contra los demás.
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Disfruta que le teman; los acosadores necesitan lucir rudos y “en control”.
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Parece carecer de destrezas para resolver problemas de manera no violenta.
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No tiene límites o fronteras respecto a lo que es no es un comportamiento socialmente aceptable.
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Se resiste a aceptar el daño generado por sus acciones; los acosadores creen que la víctima merece ser acosada.